Cuando te planteas adelgazar, sueles acudir a quien te promete bajar mucho peso lo más rápidamente posible.
Esto de entrada debería hacerte sospechar, pero entiendo que esa elección está promovida por la urgencia de aliviar el malestar (físico y emocional) que te generan los kilos de más.
Hasta aquí todo muy comprensible y lógico.
Pero quien te vende resultados rápidos no te cuenta que eso trae consecuencias y que acabarás pagando un alto precio a costa de tu salud. Obvian explicarte que la solución mágica que te ofrecen como la panacea, lejos de solucionar el problema de peso, te causa otro mayor.
Mi objetivo es informarte de las consecuencias de escoger esas dietas exprés o altamente restrictivas que prometen grandes resultados en poco tiempo. Y lo hago por dos motivos.
El primero porque en consulta veo a diario las consecuencias físicas y psicológicas de ese tipo de prácticas, lo devastadoras que resultan.
Y en segundo lugar, para que la próxima vez que inicies un ciclo de dieta puedas escoger en base a información completa, no sesgada y tendenciosa.
No caigas en el déficit calórico excesivo
Si bien es necesario crear un déficit energético para perder grasa, este no debería ser agresivo, porque pone tu cuerpo en alerta. Las dietas rápidas suelen ser hipocalóricas en exceso.
Lo que no te cuentan es que cuando alargas ese déficit desmedido durante un tiempo (y encima no entrenas fuerza, no comes suficientes proteínas y haces mucho ejercicio aeróbico) estás obligando a tu organismo a realizar una adaptación metabólica.
Tu cuerpo es maravilloso y súper eficiente
Si hay menos energía, tu cuerpo tratará de hacer sus funciones gastando menos, (reduce NEAT) reduciendo la actividad de la tiroides (que es quien gestiona el presupuesto energético) y como no te estás nutriendo suficiente, reduce la leptina (hormona saciedad) para desatar tu hambre e inducirte a comer más.
Ante la escasa energía que recibes, el hambre constante que sientes, el mal humor que te acompaña a diario y el posible estancamiento que aparece con los días, tiras la toalla y abandones. Incrementando tu frustración y mermando tu autoestima creyendo que el problema es tu falta de voluntad.
El resultado de este proceso es que no has aprendido a comer saludablemente, sientes hambre incontrolable a todas horas y deseos de comer todo lo que te has estado privando. Así que acabas recuperando los antiguos hábitos de alimentación y los kilos perdidos (y alguno extra de regalo).
A cada nuevo intento de dieta mal planteada, tu punto de partida metabólico es peor que al inicio y sigue agravando la situación metabólica. Llegando a la situación desesperante de no adelgazar ni un gramo a pesar de comer poquísimo y engordar con solo oler la lechuga.
Metabolismo lento como resultado de bajar de peso rápido
Quizás te encuentres en esta situación exasperante, con un metabolismo lento como consecuencia de no haber hecho las cosas bien, pero no está todo perdido.
La buena noticia es que esta situación se puede revertir gradualmente. Y hago énfasis en lo de gradualmente, porque la mayoría de personas que vienen a consulta no entienden que eso toma su tiempo. Cuando les propones comer mas y mejor y les explicas que esto requiere tiempo y paciencia, se asustan y dejan de confiar en el método.
¡Pero es la única manera de adelgazar de manera saludable y definitiva! ¡Debes confiar!
Una mayor ingesta de energía, acompañada de mayor actividad física, es un regulador y recuperador eficaz del metabolismo, generando un ambiente hormonal más favorable en términos de salud y de composición corporal.
Espero haber cumplido mi objetivo y que hayas tomado conciencia del riesgo que acarrean las dietas agresivas. ¡Basta de dejarse deslumbrar por falsas promesas!
Si deseas recuperar tu metabolismo y que te guíe, te diré que he acompañado a muchas mujeres en tu misma situación y que se puede volver a disfrutar de la comida mientras te cuidas. No hay nada más satisfactorio que devolverte la confianza.
¡Recibe un fuerte abrazo! 💜
Anna
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