Llevas tiempo planteándote un cambio en tus hábitos de alimentación, sabes que te sobran unos kilos y que deberías hacer algo al respecto. Pero la realidad es que ya lo has probado en otras ocasiones y sin éxito y cada vez que lo intentas aumenta tu mal sabor de boca y tu autoestima se queda más debilitada. En este momento las dudas te asaltan, ¿por qué debería ser distinto esta vez?
Has oído hablar del Coaching Nutricional y piensas que quizás éste debe ser el enfoque con el que deberías abordar el tema en lugar de acudir a un tratamiento convencional con un dietista, pero ¿sabes qué es exactamente el Coaching Nutricional? ¿Sabes si es adecuado para todo el mundo?
Déjame que te explique las principales diferencias entre estos dos tipos de abordaje para que puedas decidir lo que mejor se ajusta a ti, lo que más te conviene. Si decides tomar las riendas de nuevo, que sea la vez definitiva, ya está bien de estar permanentemente a dieta y sufrir por ello, ¿no crees?
¿Qué es el coaching nutricional?
Antes de decidir nada, debes tener las cosas claras y saber si el Coaching Nutricional es una buena herramienta para ti. Quizás no sepas muy bien de qué se trata y estés pensando que simplemente es un nombre exótico a lo mismo de siempre, o una nueva moda sin sentido…
Vamos a ver su definición. El Coaching Nutricional es un protocolo de actuación basado en un proceso secuenciado donde se ayuda al paciente o cliente que quiere realizar un cambio de hábitos y no lo consigue, a detectar e identificar sus obstáculos y vencerlos para conseguir ese cambio deseado, logrando a su vez, en muchas ocasiones, mejorar otros aspectos de su vida.
Vale, hasta aquí suena bastante bien, ¿verdad? pero déjame que te explique la diferencia principal con el enfoque tradicional del dietista.
El dietista te hará una entrevista exhaustiva para valorar tu estado nutricional y diseñará una pauta de alimentación conforme a ese estado para mejorarlo y mejorar tu salud.
El Coach Nutricional trabaja fuera del plan alimentario, lo que pretende es que tomes conciencia de lo que quieres conseguir y lo que necesitas para lograrlo. Te ayuda a sacar a la luz los obstáculos, barreras, emociones y otros temas que pueden estar interfiriendo en tu manera de comer y tus recursos internos para que puedas lidiar con ellos.
Pero no todo el mundo necesita un coach nutricional para conseguir sus objetivos nutricionales, por eso el coaching nutricional no es para todo el mundo. Si tu eres de esas personas con una determinación férrea y una buena autodisciplina es posible que no necesites apoyo o refuerzo motivacional durante el proceso.
Por eso creo que es fundamental saber la diferencia entre estos dos enfoques y conocerse bien para poder escoger el tipo de asesoramiento según tus necesidades y predisposición a abordar temas que van más allá de las prácticas alimentarias propias.
¿Para quién es el Coaching Nutricional?
El perfil ideal de personas para quien está altamente indicado el Coaching nutricional sería:
- Personas que quieran hacer un cambio de alimentación para adelgazar, ganar movilidad, mejorar su salud, aprender a comer, mejorar su vitalidad y energía, etc
- Quien ya ha intentado con anterioridad ese cambio y no ha logrado su fin
- Personas que habiéndolo logrado no han sabido mantenerlo
- Gente desmotivada y con poca confianza debido a fallidas anteriores
- Personas con baja autoestima y bajo estado de ánimo
- Quien tenga altos niveles de estrés que repercute en su forma de comer
- Personas con poca disciplina o fuerza de voluntad
Si cumples uno o varios de los puntos anteriores eres el candidato ideal para el Coaching Nutricional, pero aún deben cumplirse tres requisitos básicos más:
- Debes estar dispuesto a una indagación profunda y a sacar recursos internos, sometiéndote a un proceso de autoconocimiento.
- Debes comprometerte a tener un papel activo durante el proceso de cambio, sin trabajo personal no hay avance.
- Debes estar dispuesto a realizar un seguimiento continuo de las sesiones para que puedas ver la evolución y aprovechar sus beneficios reales.
Si no estás predispuesto a ello, mejor no te decantes por el Coaching Nutricional.
Principales beneficios del Coaching Nutricional
Hasta aquí todo claro, pero ¿cuáles son los principales beneficios del Coaching Nutricional?
Te los voy a enumerar para que los tengas en mente:
- Te ayuda a tomar el control de tu bienestar.
- Permite conocerse mejor, identificando tus principales trabas y como poder superarlas.
- Ayuda a que te responsabilices de tu salud, tomando las riendas, entendiendo que depende en gran parte de ti y no de tu entorno.
- Te mantiene enfocado y comprometido con lo que deseas lograr.
- Permite que el esfuerzo inicial se convierta en hábito primero y luego en estilo de vida para que salgas definitivamente del círculo interminable de las dietas.
- Ganas disciplina y autocontrol, aprendes a mejorar las situaciones conflictivas con la comida.
- Aprendes a gestionar las emociones que interviene en la alimentación.
- Aprendes a gestionar el estrés o ansiedad que pueden poner en peligro tu proceso alimentario
- Mejoras tu autoestima y tu estado de ánimo.
¿Y qué hace el Coach Nutricional por ti?
- Te guía hacia tu bienestar, ayudándote a lograr tu mejor versión física, mental y emocional.
- Te da herramientas para la gestión emocional conflictiva.
- Ofrece apoyo motivacional continuo.
- Multiplica tu energía, potencia tus fortalezas.
- Te empuja a seguir mejorando, a ser constante, a no desistir.
- Te escucha, te apoya, te impulsa.
- Te capacita en tu proceso de cambio.
Como ya sabes iniciar una dieta no suele ser lo complicado, lo difícil es mantenerla el tiempo necesario hasta que se convierta en un estilo de vida y, para transitar este tiempo, para algunas personas, puede ser un pilar fundamental contar con el acompañamiento del Coach Nutricional.
Bajo mi punto de vista la combinación de ambos enfoques es lo más efectivo, porque incluso las personas con más determinación, experimentan momentos de cierta fragilidad de ánimo y contar con ese refuerzo motivacional puntual puede hacer la gran diferencia. Eso es lo que hago yo en consulta y lo que mejores resultados aporta.
No importa el punto en el que te encuentras ahora mismo, ya dispones de la información necesaria para decidir en función de si necesitas un apoyo continuo o no en tu proceso de cambio de hábitos en alimentación. ¡Nadie te conoce mejor que tú! Por eso, si después de leer este artículo crees que puedes necesitar ese tipo de apoyo para mejorar tu relación con la alimentación, te invito a que descubras mis consultas de coaching nutricional, ¿nos vemos dentro?
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